HISTORIA DE
SAN PABLO
El 20 de marzo de 1584 el rey de España por una cédula nombra
gobernador de estas tierras a Juan Ramirez de Velasco. Este gobernador concede
a Melian de Leguizamón una "merced territorial", fecha 23-XI-1592 en
paraje entre Rio Lules, Rio Salí y Manantial de Marlopa.
En 1670 su nieta, Jordana de Trejo Leguizamón, vende a los padres
jesuitas las tierras que llamaban de "Los Lules" donde estaban
incluidas la merced de 1592. Esta propiedad de los jesuitas se acrecienta por
merced real que hace el gobernador Angel de Peredo: tierras desde el Rio
Colorado, hasta Lules, año 1673.
Los jesuitas tenían muchos aborígenes (los Lules, Tonocotes, también
Tafies, Amaichas) para su servicio personal, les enseñaban las primeras letras
y el evangelio cristiano. Los ocupaban en distintas labores, trabajaban en las
tierras cultivos de trigo, maíz y caña de azúcar. En ocasión de su expulsión en
el año 1767, por decreto de Carlos III se hace un inventario y tasación de
bienes, los cuales se denominaban "Las Temporalidades".
En este inventario ya figuraba "la Estancia de San Pablo"
que contenía El Manantial y Las Sierras de San Javier. Su largo era desde los
bañados de los sauces de Lules hasta el camino a San Javier, gran parte de lo
que hoy es Yerba Buena.
En 1768 el gobernador Juan Manuel Campero ordena que se vendan las
haciendas. Pero era importante hacer notar que antes de estos acontecimientos
aquí ya había un asentamiento poblacional, los primeros habitantes.
El monte de San Pablo era visitado por obrajeros y carpinteros para la
extracción de maderas para la fabricación de carretas, único medio de
transporte de la época. La Estancia de San Pablo es comprada por el peninsular
don José Domingo Ayala. Años más tarde este señor Ayala vendió estas a don Juan
Nougués, ciudadano francés, quien empieza aquí trabajos en curtiembre y en
famoso obraje. Después funda una fábrica azucarera.
Jean (Juan) Nougués nació el 26 de mayo 1796 en Boutx, Boutx es una
población y comuna francesa. (En Argentina, más precisamente en la provincia de
Tucumán existe una localidad fundada en el siglo XIX que ediliciamente replica
a Boutx, tal localidad se denomina Villa Nougués).
Llego a América entrando por chile incorporándose al ejército de San
Martín, cuando se disuelve el ejército de los Andes, Nougués pasa a Buenos
Aires. A fines de 1821 se radica en Tucumán.
En 1826 don Juan Nougués compra una estancia en el bosque de San Pablo
e inicia el cultivo de la caña de azúcar. En 1832 se funda el ingenio azucarero
con un primitivo trapiche de madera, construye en "El Obraje" su casa
al estilo pirenaico. En 1836 contrae matrimonio con Josefa Florencia Romero Y
Urrea, quien tras la muerte de Juan Nougues el 21 de mayo de 1850 queda con 4
hijos menores al frente de San Pablo.
Josefa muere el 5 de enero de 1866, sus bienes quedan en manos de sus
hijos, Juan Luis, Miguel, Ambrosio y Josefa Nougués Romero. En 1881 transforman
las fábricas y ponen las modernas máquinas y trapiches franceses marca
"Five Lille", tachos, filtros, prensas, y las primeras centrífugas
llegadas a Tucumán desde Francia, logrando que a fines de siglo sea uno de los
ingenios azucareros más importantes de la Argentina. El pueblo de San Pablo,
quedó fundado al levantarse las primeras casas para el personal trabajador del
ingenio aproximadamente en el año 1860, 30 años después de haberse puesto en
funcionamiento el ingenio azucarero de San Pablo.
BATALLAS EN LOS CAMPOS DE SAN
PABLO:
El 3 de abril de 1821 se produjo el choque entre fuerzas tucumanas
encabezadas por el coronel mayor Bernabé Araoz y el coronel Abraham Gonzáles
contra las tropas lideradas por el entonces militar tucumano Alejandro Heredia
junto a huestes santiagueñas y salteñas. La refriega se originó en el manantial
de Marlopa, próximo al obraje de San Pablo con la victoria de los primeros.
Otro encuentro fue el 24 de agosto de ese año en el rincón de Marlopa,
entre fuerzas de Javier Lopéz y Bernabé Araoz, vence Lopéz y se apodera del
gobierno.
EN EL OBRAJE NACIÓ EL INGENIO
Las crónicas y mapas del Archivo Historicó de Tucumán siempre
registran ese lugar como cuna del ingenio. Miguel Alfredo Nougués dice en su
libro que el obispo Colombres regalo los primeros canutos de cañas de azúcar,
que los había traído de un ingenio, fundado en la mitad del siglo 18 en Campo
Santo de Salta.
"En 1824 mediante la industria de la curtiembre Don Juan Nougués
comenzó a labrar su fortuna. Fue rumbo a Buenos Aires donde pretendía
embarcarse a Europa, fue asaltado en el trayecto quedándole tan solo 300
francos que llevaba escondidos. Con sus ahorros fue comprando fracciones de
tierras en las afueras de la cuidad de Tucumán, en esas tierras comenzó a hacer
plantaciones de caña de azúcar y así surgió el ingenio llamado SAN PABLO".
El ingenio se traslado a su actual lugar, primero: cuando quisieron
modernizarlo el terreno no resistía el peso de las máquinas de hierro. Segundo:
en esa zona, costa del arroyo hasta "El Obraje", acampaban las tropas
invasoras de Tucumán siempre en vísperas de alguna batalla, atacaban el
primitivo trapiche no pudiendo elaborar azúcar, destrozaban las plantaciones de
caña.
Don Juan Nougués no llegó a ver el nuevo y moderno ingenio azucarero,
murió en 1850 y sus hijos lo trasladan a su actual lugar y lo refundan en 1855.
En 1870: el ingenio ya estaba de espaldas a las altas cumbres. En 1876 comienza
la evolución de la industria de forma definitiva, llega el ferrocarril a
Tucumán, SAN PABLO es de los primeros en adquirir los medios modernos de
trabajo y ya en 1882 pudieron realizar una transformación fundamental adoptando
las primeras máquinas a vapor y efectuaron muchas mejoras que significaban
grandes ventajas.
Atrás iba quedando el viejo
Obraje convertido en una colonia cañera. SAN PABLO se perfilaba como una de las
fábricas más modernas del norte argentino.
LOS INDIOS DE ROCA:
En carta fechada el 4 de
noviembre de 1878, el general Roca escribe al gobernador Martínez Muñecas,
ofreciéndoles indios pampas para los ingenios azucareros. El 27 de octubre de
1885 llegaron a Tucumán 38 familias de indios prisioneros del Chaco, 132
individuos, entre hombres, mujeres y niños, formaban el contingente que venía
destinado al ingenio San Pablo.
La zafra siempre es en invierno.
En cuanto pasaba la cosecha los indios eran los encargados de mantener los
cercos y los cañaverales, también en su tiempo "muerto", digamos,
reparaban y/o construían las casas de la calle principal, que datan de 1885.
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